Los resultados varían según cada persona, pero nuestros pacientes suelen experimentar una pérdida de peso gradual y sostenible, de 0,5 a 1 kg por semana, con una mejoría significativa de parámetros metabólicos como la glucosa, el colesterol y la tensión arterial.
El objetivo es alcanzar una reducción del 5-10 % del peso inicial, suficiente para obtener beneficios relevantes para la salud.
Con los tratamientos farmacológicos actuales, en muchos casos conseguimos normalizar el peso y la composición corporal, reduciendo de forma notable la grasa corporal. En algunos pacientes, los resultados son aún más destacados, con pérdidas superiores al 25-30 % del peso inicial, acompañadas de una profunda mejoría en su salud metabólica y calidad de vida.